Luis Gutiérrez es director de la carrera de Ingeniería Civil en Energía y académico de la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la Universidad Adolfo Ibáñez, investigador asociado para el Centro para la Transición Energética (CEnTra-UAI) y para el Solar Energy Research Center (SERC-Chile). Luis es doctor en Ingeniería Eléctrica, Sistemas de Potencia, de la Universidad de Manchester, Reino Unido.

  1. En 2023 Chile contará con alrededor de 1.900 buses eléctricos. ¿Cuál ha sido la fórmula de Chile, o sea, cuáles son las vigas centrales de la estrategia del país en el área de electromovilidad?

En Chile más de un tercio del consumo energético corresponde al sector transporte, el cual se basa casi por completo en combustibles fósiles, lo que conlleva a que este sector sea responsable de un cuarto del total de emisiones de CO2 en el país.

Con el diagnóstico claro, Chile lanzó su Estrategia Nacional de Electromovilidad en el año 2017 donde la electrificación del transporte público (principalmente buses) era clave. Esta estrategia se actualizó en 2021 con metas más ambiciosas, como que todas las nuevas incorporaciones al transporte público urbano sean cero emisiones al 2035, así como las ventas de vehículos livianos. Para llegar a la meta, la estrategia propone trabajar en distintos ejes, como financiamiento e incentivos a la adquisición de este tipo de vehículos, ir creciendo en infraestructura de carga (electroterminales en el caso de buses), desarrollo de capital humano y transferencia de conocimientos, entre otros.

En lo concreto, uno de los factores que ha impulsado el crecimiento del parque de buses eléctricos hasta ahora es un requerimiento mínimo de un porcentaje de este tipo de buses en las licitaciones a empresas de transporte urbano y un reconocimiento a las empresas que proponen un porcentaje alto. Por ejemplo, en la última licitación iniciada a fines de 2020 y adjudicada a principios de 2022, los contratos de operación podían ser entre 5 y 7 años dependiendo del porcentaje de buses eléctricos de la flota, y prorrogable entre 5 y 7 años más. Las propuestas con más del 50% de buses eléctricos podían conseguir los 7 años. El resultado fue el ingreso de 1637 buses nuevos de los cuales 991 son eléctricos (60%). Con esto Santiago pasa a tener 1770 buses eléctricos, consolidándose como la ciudad con la flota más grande de este tipo en Latinoamérica y de las más importantes en el mundo, llegando a más de un cuarto del total de buses urbanos en la región metropolitana.

También es importante destacar la existencia de acuerdos público-privados. En el caso chileno, los buses eléctricos comenzaron hace algo más de cuatro años gracias a un acuerdo entre el Ministerio de Transporte, el operador de buses Metbus, el fabricante Chino de buses BYD y Enel X, quien gestionaba el proyecto completo.

  1. ¿Cuáles son las perspectivas para los años venideros? Por ejemplo, ¿vamos a ver licitaciones que están cada vez más estricto respecto a la cuota de vehículos eléctricos?

Como mencionaba recientemente, ya se está promoviendo en las licitaciones cuotas del 50% de buses eléctricos y sería esperable que esta cuota vaya subiendo. De todas maneras, para vehículos que recorren muchos kilómetros al año (como los buses urbanos que pueden recorrer en promedio 90.000 km al año en Santiago), la alternativa eléctrica ya puede ser más conveniente en un horizonte de unos pocos años y además considerando cómo ha subido el precio del diesel. Aunque el costo de inversión es hasta un 50% mayor comparado con un bus equivalente diesel (320 millones de pesos para el eléctrico), los costos en la operación son mucho menores (70% menor aproximadamente). En efecto, hay ahorros en el energético primario, donde el kilómetro recorrido con electricidad cuesta menos de un cuarto del valor al hacerlo con diesel (unos 70 y 300+ pesos, respectivamente), hay un menor costo de mantenimiento debido a la menor cantidad de piezas móviles, el que no usan aceite, y el que usan frenado regenerativo lo que también ahorra en frenos, en definitiva, los buses eléctricos pueden tener un menor costo total de posesión (del inglés Total Cost of Ownership). Entonces, incluso sin la necesidad de requerir mayores cuotas de buses eléctricos en las licitaciones futuras, se espera que ésta sea la opción natural en base a su mayor conveniencia.

  1. ¿Cuáles son los desafíos para electromovilidad? (costos, infraestructura, etc?)

Para el transporte público, y para vehículos de uso intensivo la alternativa eléctrica ya es más conveniente en muchos casos, comparando el costo total de inversión más operación y mantenimiento (Total Cost of Ownership). Para vehículos livianos por otro lado, el elevado costo de inversión (muchas veces el doble de su modelo equivalente a combustión) no logra compensarse con los menores costos de su uso, por lo que en países donde se han adoptado con más fuerza es normalmente debido a apoyos de los gobiernos que apuntan a rebajar los costos de adquisición. En Chile, la recientemente aprobada ley de almacenamiento y electromovilidad exime de pago de permiso de circulación por 2 años y reduce su costo hasta el octavo año. Su efecto en la compra de estos vehículos está por verse.

Otro desafío importante es contar con infraestructura necesaria, y eso no se remite solamente a puntos de carga en lugares accesibles por el público, sino también a las adecuaciones que pueden requerir las redes eléctricas de distribución, que no fueron diseñadas para este nivel de demanda. También existe la necesidad de estandarizar los tipos de conectores de los vehículos y de los puntos de carga, y que exista interoperabilidad y sistemas informáticos seguros para efectuar pagos.

Finalmente, para que la electromovilidad logre descontaminar, la fuente de energía debe ser renovable, lo que implica otro conjunto de desafíos en la operación del sistema eléctrico.

  1. Si la meta de Chile es tener una flota 100% eléctrico, ¿hay unas estimaciones respecto cuando esto podría ocurrir?

Si bien no es fácil dar una fecha, estimo que con la baja de los valores de los buses eléctricos (debido principalmente a la baja en el valor de las baterías) y el aumento del precio del diesel, en pocos años será más económica la opción eléctrica (considerando su horizonte de operación para evaluar el proyecto) incluso para recorridos más cortos.

Bajo estas consideraciones, creo que la meta de una flota 100% eléctrica es alcanzable quizás en menos de una década, donde deberán ir terminando de operar los contratos con operadores de buses que incluyen vehículos diesel. El mayor desafío vendrá de electrificar las flotas de buses en regiones.

  1. ¿Cuál es la situación actual respecto a las regiones (de Chile) y buses eléctricos?

Si bien Santiago es un referente mundial (después de China) en la adopción de buses eléctricos, esta realidad es muy distinta en regiones. Hasta ahora no hay servicios licitados de buses eléctricos operando fuera de la capital. Sin embargo, la estrategia de electromovilidad busca integrar a las regiones y actualmente existen proyectos en distintas etapas de avance para hacer llegar esta tecnología a ciudades como Arica, Antofagasta, Copiapó, Coquimbo-La Serena, Valparaíso, Rancagua, Talca, Concepción, Temuco y Puerto Montt. De estas, Antofagasta sería la primera comenzando los recorridos de 40 buses en marzo del 2023.

  1. ¿Qué oportunidades está generando esta transición?

La electrificación del transporte público trae consigo varias oportunidades, desde la oferta de capacitación de capital humano, la oferta de nuevos servicios relacionados al manejo de carga, nuevos proyectos de electroterminales que crean trabajo, etc. Es relevante destacar el primer punto, ya contamos con un número relevante de buses eléctricos, que seguirá en alza, y debemos contar con gente preparada en distintos roles. En funciones directamente relacionadas tenemos a conductores y mecánicos, pero también debe prepararse el personal técnico y profesional de empresas de distribución eléctrica (propio o colaboradores) debido al impacto que los electroterminales tienen en la red de distribución.

También hay que destacar que transicionar hacia un sistema de transporte eléctrico permite reducir la contaminación ambiental y acústica de las ciudades.

  1. En el ámbito de electromovilidad, Chile está ubicado entre de los pioneros de la región. ¿En el mundo, hay una ciudad que Chile puede emular / que podría servir como un modelo?

Chile tiene la mayor flota de buses eléctricos del mundo después de China (aunque dados el tamaño del país, muy por debajo), por lo que ese sería el país referente o podría buscarse ciudades de ese país para tomar como ejemplo, aunque a diferencia nuestra su crecimiento se ha debido a fuertes subsidios del estado. Por ejemplo, según IES Synergy, el operador de buses de la ciudad de Shenzhen recibió del estado durante 9 años unos 60 mil dólares por cada bus eléctrico comprado. En 2017 la flota de buses en la ciudad era 100% eléctrica.

 

Gentileza BNAmericas