28 de julio de 2025

Actualmente, la adopción masiva de camiones eléctricos o de hidrógeno para rutas largas en Chile se enfrenta a desafíos significativos. La principal barrera es la infraestructura de carga y reabastecimiento. Pero con el tiempo, claramente ayudará a la sostenibilidad de este sector del transporte.

Chile, con su vasta geografía y extensas rutas, presenta desafíos únicos para el transporte de carga. En este contexto, la electrificación de los vehículos de carga y la adopción de tecnologías más sostenibles no emergen como alternativas prometedoras sin grandes barreras por superar.

Según el “Informe de ventas de vehículos livianos y medianos 2024” de la Asociación Nacional Automotriz de Chile (ANAC), el sector de camiones sigue mostrando avances: el incremento en la venta de camiones cero o de bajas emisiones fue de 9,1% en junio respecto del año pasado.

Actualmente, se estima que en Chile circulan unos 230 mil camiones, lo que da empleo directo a más de 250 mil personas pertenecientes a más de 40 mil empresas del rubro, según datos de la Confederación Nacional de Dueños de Camiones de Chile (CNDC).

Facilitar la transición energética del transporte de carga implica múltiples aristas. Claudio Agostini, académico de la Facultad de Ingeniería y Ciencias UAI, plantea que “el mayor desafío para la adopción masiva de camiones eléctricos sin duda es la escasa infraestructura de recarga. Esta se debe extender a lo largo del país, sobre todo en carreteras de alto tráfico”. Además, señala que la tecnología de hidrógeno para camiones es aún más incipiente, pero que representa una opción válida para distancias largas y que, si bien tiene una alta inversión inicial, es una alternativa viable para descarbonizar el sector.

Desde la industria, la reacción ha sido positiva. Las empresas que ya han recibido grandes clientes, por lo que deben ser adaptadas, incrementando notoriamente la inversión y retrasando los tiempos de adopción de las nuevas tecnologías. Aun así, empresas líderes como AIEP han manifestado su interés en sumar unidades eléctricas a sus flotas, a medida que se desarrollen las condiciones necesarias para la electrificación de este tipo de transporte.

Alta inversión.
Por su parte, el docente de la Escuela de Ingeniería, Energía y Tecnología de AIEP, Ricardo Burdiles, enumera los principales problemas para masificar camiones eléctricos y de hidrógeno en el país:

  • Producción de hidrógeno verde aún incipiente: en la actualidad no hay aún una red madura de producción y distribución sustentable.

  • Se necesita una alta inversión inicial: en estos momentos el costo de adquisición de vehículos y tecnologías asociadas es elevado.

  • Falta de infraestructura: actualmente tenemos una escasa red de electrolineras de alta potencia e hidrogeneras para camiones.

  • La autonomía es limitada: especialmente en camiones eléctricos, lo que limita rutas largas sin recarga.

  • Capacitación insuficiente: aún tenemos poca formación técnica en mecánicos y choferes para operar y mantener esta tecnología.

Por tanto, los camiones eléctricos y de hidrógeno son, sin duda, una solución real y necesaria para Chile en materia de sostenibilidad y transporte de carga en largos recorridos. Si bien el corto plazo presenta desafíos significativos, el mediano y largo plazo nos muestran un panorama donde la madurez tecnológica, el desarrollo de infraestructura y un marco regulatorio e incentivador adecuado posicionarán a estas tecnologías como el futuro del transporte pesado en nuestro país. La transición no será instantánea, pero la dirección es clara y los beneficios ambientales y económicos son demasiado importantes para ignorarlos.