Publicado en La Tercera.

Ahorrar luz y energía no solo es necesario para nuestro bolsillo, sino también para reducir los impactos medioambientales. Y en los últimos años se han desarrollado una serie de tecnologías para manejar sustentablemente los recursos energéticos. Por: Jessica Vera Uribe.

El manejo sustentable de los recursos energéticos ayuda a proteger los recursos naturales, es por eso que es esencial tomar acciones para disminuir el impacto del ser humano y utilizar energías eficientes en los distintos rubros como en el hogar.

“La última década vio una inversión grande en productos más eficientes en el consumo, con tecnologías que permiten dar un servicio similar, con un menor uso de energía. Luces LED, sistemas de enfriamiento y calefacción Split, y mejoras en aislamiento térmico son algunos de los ejemplos que han permitido a hogares y empresas reducir si consumo de energía, incluso mejorando en algunos casos el nivel de servicio”, indica Rodrigo Carrasco, académico del Centro de Transición Energética CENTRA de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI).

El experto indica que el siguiente gran salto de eficiencia energética está de la mano de mejoras en inteligencia en el consumo de energía.

“Hay una serie de elementos que nos están permitiendo desarrollar estos nuevos sistemas como la disponibilidad de grandes cantidades de datos, la interconexión de sistemas a la red y el desarrollo de algoritmos que permiten tomar decisiones en forma rápida, incluso ante incertidumbre. Estas condiciones y tecnologías habilitantes nos permiten tener ahora aplicaciones que nos ayudan a reducir el tiempo de nuestros viajes, domótica que identifica la ausencia de personas en casa para reducir el consumo o regular la temperatura y sistemas de gestión de energía que recomiendan al usuario qué hacer para consumir menos energía. Esto es lo que se denomina analítica prescriptiva, que de la mano de los nuevos sistemas de predicción nos están ayudando a reducir el consumo energético en sistemas inteligentes”, explica Carrasco.

Son variadas las formas en que las organizaciones han ido adaptando sus procesos para mejorar el consumo de energía, con tecnología que permite aprovechar los recursos disponibles al máximo, dándole más de una vida a un material.

“Uno de los principales ha sido el estudio de los procesos para poder aprovechar producciones indirectas en otras partes del proceso; por ejemplo, el uso de material de desecho para generar energía ya sea eléctrica o térmica, que es usada posteriormente. Otra forma ha sido el estudio del consumo energético de los procesos industriales para identificar puntos de funcionamiento que usan menos energía. Por ejemplo, en vez de usar energía para calentar agua que posteriormente debe ser enfriada para otro proceso, se aumenta solo parcialmente la temperatura en un punto inicial, y solo el agua que se requiere a mayor temperatura es posteriormente calentada. Asi como este, son variados los estudios y mejoras en procesos que permiten a las empresas desarrollar los mismos productos usando mejor la energía, el personal y la materia prima que requieren”, señala el académico de CENTRA UAI.

En el caso de los hogares u oficinas, la mejora en eficiencia energética debería ser la prioridad. Se puede aplicar un uso más eficiente de energía a través de la iluminación led, renovar electrodomésticos por unos de mayor eficiencia energética (A o superior) y mantener en buen estado los aparatos limpiando filtros o partes móviles.

Actualmente hay sistemas de domótica que permiten apoyar en esto monitoreando el consumo eléctrico y dando alarmas cuando hay consumos anormales o excesivos, así como también apagar los consumos cuando no se requieren.