Muchos se han visto sorprendidos en los últimos meses por las elevadas facturas de electricidad, reflejo del aumento de los precios de este servicio tras la congelación de tarifas de 2019, vigente hasta el año pasado.

Por eso es crucial no desperdiciar este recurso y adquirir hábitos que puedan reducir el consumo eléctrico y, en consecuencia, la factura mensual.

Para ello, el director del Centro de Transición Energética (CENTRA) de la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI), José María Cruz, señaló a La Tercera las principales claves a tener en cuenta al usar la energía en el hogar.

¿Qué electrodomésticos consumen más energía?

Según el especialista, los electrodomésticos que más energía consumen en los hogares chilenos son el refrigerador (aproximadamente un 20%), la iluminación (≈17%) y el televisor (≈16%).

Asimismo, el consumo en modo de espera (el gasto que supone dejar electrodomésticos enchufados) (≈10%), el lavado de ropa (≈9%) y el hervidor de agua (≈7%) son igualmente importantes.

Sin embargo, Cruz también advierte que en hogares donde la energía es el factor clave del aire acondicionado, esta puede representar la mitad del consumo, llegando incluso al 70% en invierno.

Los principales errores en el hogar

Según el experto, el error más común es elegir equipos baratos pero ineficientes.

“Los calefactores eléctricos convencionales, como los de cuarzo, halógenos o de aceite, convierten la electricidad en calor con una eficiencia de 1:1, lo que dispara el coste energético en cuanto se encienden”, explica.

A esto se suman el consumo silencioso, como el modo de espera y el uso inadecuado del frigorífico (como abrirlo con frecuencia o guardar comida caliente), así como lavar a media carga o usar bombillas incandescentes en lugar de LED.

Consejos para reducir el gasto energético

En cuanto a las prácticas cotidianas, el especialista recomendó controlar la ventilación en invierno (durante unos 10 a 15 minutos), apagar los aparatos en modo de espera o usar enchufes múltiples con interruptores.

También se recomienda usar agua fría y carga completa en la lavadora, y si es posible, secar la ropa al aire en lugar de usar la secadora.

Otra idea es instalar iluminación con sensores de movimiento en algunas zonas de la casa, como los pasillos.

Inversiones para ahorrar

Por otro lado, el especialista afirma que se pueden optimizar los equipos esenciales, como cambiar a iluminación LED y revisar las etiquetas de eficiencia energética antes de comprar un electrodoméstico.

Un cambio más profundo podría ser la sustitución de algunos equipos, que con el tiempo puede generar ahorros.

«Sustituir los calentadores de resistencia por aire acondicionado split-inverter, optar por secadoras con bomba de calor en lugar de modelos convencionales, o instalar bombas de calor para agua caliente sanitaria en lugar de calentadores de agua eléctricos tradicionales».

En cuanto a los cambios estructurales, puede mejorar el aislamiento de su vivienda sellando puertas y ventanas, mejorando techos y paredes, o instalando aislamiento en las tuberías de agua caliente.

«Estas medidas pueden reducir la demanda de calefacción hasta en un 25%, manteniendo el calor durante más tiempo y mejorando el confort», añadió Cruz.

«Con este conjunto de acciones —desde hábitos cotidianos hasta mejoras tecnológicas y estructurales—, una vivienda puede reducir su consumo eléctrico entre un 15% y un 25%, mejorar el confort y contribuir a la transición energética», resume el académico.