Aunque los modelos 100% eléctricos han aumentado un 275% en tres años, los expertos concuerdan en que es urgente avanzar en mayores incentivos, beneficios y un ecosistema que permita la masificación de la electromovilidad en todo el territorio nacional.

Se estima que hoy el transporte es responsable del 35% del consumo energético en nuestro país. Y de este segmento, un 86% corresponde al transporte terrestre. Esto significa que el sector genera cerca de un cuarto de las emisiones de gases de efecto invernadero en Chile. Cifras que, sin duda, son preocupantes y llaman a tomar medidas.

Por eso, los ojos están puestos en sistemas de transporte más sostenibles, como el eléctrico, que llega a ser entre cuatro y cinco veces más eficiente que el que predomina actualmente, basado en vehículos de combustión o de combustibles fósiles.

«Entre las alternativas más efectivas para alcanzar la carbono neutralidad se cuenta la movilidad eléctrica, que al año 2050 aportaría con el 17% de nuestra meta como país», aseguran desde el Ministerio de Energía.

Una visión que comparten los expertos. Diego Mendoza, secretario general de la Asociación Nacional Automotriz de Chile (ANAC), sostiene que la electrificación del parque vehicular, sumada a las políticas de fomento a la generación renovable de energía, permitirá que nuestro país sea más eficiente y autosustentable, energéticamente hablando, en materia de movilidad. «Esto significa que no dependeremos de combustibles fósiles ni derivados del petróleo, y seremos capaces de recargar vehículos electrificados con energía generada desde fuentes renovables», explica.

Desde 2017 Chile cuenta con una Estrategia de Electromovilidad, actualizada en 2021, que entre otras cosas fija como meta que el total de las incorporaciones al transporte público urbano y el 100% de las ventas de vehículos livianos y medianos sean cero emisiones al 2035.

CRECIMIENTO E INCENTIVO

Y estamos avanzando a paso firme y decidido en estas metas. De acuerdo a datos de la ANAC, si en 2020 los vehículos 100% eléctricos que circulaban por el país alcanzaban las 1.498 unidades, en julio de 2023 esta cifra llegó a 5.626 unidades, un aumento de 275% en solo tres años.

Desde la asociación gremial explican que uno de los segmentos que más han crecido son los vehículos comerciales (furgones, transporte de mercancías de última milla, prestación de servicios, entre otros) y el transporte público, que ha tenido un alza sostenida gracias a la renovación de la flota RED con énfasis en buses eléctricos. De 2020 a la fecha, el incremento de ventas acumuladas de buses eléctricos ha sido de un 153%, y solo en lo que va de este año se han incorporado más de mil unidades nuevas, sumando un total de 2 mil buses de este tipo en el país.

«Hoy, el 31% de la flota de buses de Santiago es eléctrica, lo que nos ubica como la ciudad fuera de China con mayor cantidad de unidades de este tipo», destacan desde el Ministerio de Energía.

En cuanto a los vehículos 100% eléctricos livianos y medianos, desde 2020 hasta julio del presente año la venta acumulada creció en un 389,5%, pasando de 682 a 3.339 unidades.

Si bien la cifra es atractiva, «aún no se supera el 1% de las ventas totales, cifra muy por debajo de los países desarrollados», advierte Luis Gutiérrez, investigador del Centro de Transición Energética (CENTRA) de la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la Universidad Adolfo Ibáñez y de SERC-Chile.

Por eso, agrega, es vital crear incentivos y compromisos de parte del Estado y de la industria para estimular la compra de este tipo de transporte con beneficios comparativos con otras versiones. «El costo unitario (de estos vehículos) supera fácilmente los 30 millones, a veces duplicando el valor de su modelo equivalente a combustión», apunta.

PREPARAR LA CANCHA

A juicio del académico, la microelectromovilidad o electromovilidad de última milla, como los scooters, es una alternativa atractiva para fomentar en un entorno urbano dado su menor costo y utilidad para cortas distancias, o incluso para usarse en combinación con el transporte público, en particular, el metro.

Es interesante el ejemplo de Europa, donde han entrado con fuerza los «nanocars» eléctricos, pequeños modelos biplaza que apuestan por la seguridad y sostenibilidad. A comienzos de mayo, Silence, fabricante de vehículos eléctricos de ACCIONA, presentó su nuevo S04, que mide solo 233 cm de largo por 156 cm de ancho y funciona con una batería extraíble, que tiene ruedas y un asa para transportarla.

Si bien modelos como este aún no están disponibles en Chile, innovaciones de este tipo muestran que la electromovilidad es un mercado que crece día a día. Y para que se desarrolle con propiedad, se debe preparar bien la cancha.

En ese sentido, el representante de la ANAC menciona temas importantes a discutir, como eliminar el arancel aduanero que hoy aplica a todo vehículo de nueva tecnología cero emisiones que ingresa al país; facilitar el procedimiento para que vehículos de cero o bajas emisiones puedan ser aceptados como vehículos de trabajo y opten a beneficios tributarios ante el SII, y generar beneficios no económicos para vehículos de cero y baja emisión.

«Por ejemplo, la circulación en vías exclusivas, estacionamientos preferentes en centros comerciales, municipalidades u otros mecanismos como el pago de peajes rebajados en las autopistas urbanas e interurbanas, que pueden ser un gran impulso para la electromovilidad», dice Mendoza.

En tanto, Gutiérrez plantea que otra vía que puede acelerar la electromovilidad mientras se fomenta la economía circular es la conversión de vehículos de combustión a eléctricos. «Estamos a la espera de que se apruebe el reglamento que establece los requisitos para esa transformación», asegura.

EXPERIENCIA EUROPEA

La movilidad urbana es la llamada a encabezar la transición hacia la electrificación del transporte, pero para ello es fundamental contar con un ecosistema de vehículos no contaminantes, silenciosos, que faciliten los desplazamientos en las ciudades y estén disponibles para cuando las personas los necesiten.
En Europa, la transformación hacia la electrificación del transporte se está dando con fuerza de la mano de diversas innovaciones lideradas por empresas como Acciona, que a través de su filial Silence fabrica y comercializa motos y vehículos eléctricos ligeros y baterías en España.

Una de las particularidades de la propuesta de Silence es que todos sus modelos de motos y el «nanocar» biplaza funcionan con el mismo tipo de batería, que además es extraíble. Esta innovación plantea un gran avance en cuanto al tiempo que toma recargar estos vehículos, que gracias a esta posibilidad de intercambio de la batería se reduce de horas a menos de un minuto.

Además, se desarrollaron las Battery Station, puntos ubicados en estaciones de servicio, estacionamientos y otros lugares, que los usuarios localizan mediante una aplicación móvil y donde pueden dejar su batería descargada y recoger otra cargada al 100%.

Estas estaciones de baterías ayudan a sortear otra barrera: el costo de los vehículos eléctricos. ¿La razón? Las personas pueden comprar los modelos de Silence sin batería y tomar una suscripción mensual para el uso de las baterías que se retiran en los puntos de intercambio. De esta forma, el precio de estos vehículos eléctricos puede ser hasta 40% menor.

HOJA DE RUTA

Para avanzar en la electrificación del parque vehicular, un aspecto clave es la disponibilidad de una buena infraestructura de carga pública y privada.

«Los puntos de acceso público son fundamentales para la adopción masiva de la electromovilidad en ciudades como Santiago, donde gran parte de la población vive en departamentos sin acceso a cargadores en los edificios. Por otro lado, la opción de recarga domiciliaria podría impactar a futuro las redes de baja y media tensión, lo que exige una planificación anticipada que incorpore este aspecto a la brevedad, considerando alternativas de operación inteligente de redes», advierte el investigador del CENTRA. Actualmente, existen 908 puntos de carga o conectores distribuidos en las 16 regiones del país. El 66,4% de los cargadores públicos disponibles se encuentra en la Región Metropolitana, mientras que muchas comunas en distintas regiones aún no tienen dónde recargar.

Por eso, uno de los grandes compromisos de la «Hoja de Ruta para el Avance de la Electromovilidad», presentada al Presidente Boric a comienzos de agosto, es desarrollar un Plan Nacional de Infraestructura de Carga Pública para 2025, en el que se contemple que en rutas interurbanas los puntos de recarga estén distanciados a no más de 100 kilómetros. El documento, elaborado por los ministerios de Transportes, Energía y diversos actores convocados a nivel nacional, plantea acciones concretas para masificar la electromovilidad de aquí a 2026.

 

Créditos El Mercurio.