El académico de la UAI, Pedro Reszka, abordó las fallas del modelo actual, que quedaron en evidencia en la catástrofe de febrero.

Crítico del sistema de control de riesgos en el incendio que afectó a Viña del Mar, Quilpué y Villa Alemana en febrero, dejando un saldo de 137 fallecidos, se mostró el académico de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI) y doctor en Ingeniería de Seguridad Contra Incendios, Pedro Reszka, que fue uno de los expositores de la conferencia «Gran Valparaíso en llamas: ¿Cómo enfrentaremos el próximo megaincendio?», organizada por la CCHC Valparaíso.

«El sistema de gestión de riesgos que nosotros tenemos implementado en nuestro país para responder ante los incendios forestales que se pasan a las zonas urbanas falló catastróficamente porque no fue capaz de proteger a la gente, al funcionamiento de la ciudad ni tampoco al medioambiente», dijo el ingeniero mecánico.

HOJA EN BLANCO

En esa línea, manifestó que «si hay algo que nos dejó este incendio es que el sistema no está funcionando y tenemos que reformularlo, a mi juicio, completamente y casi partir desde una hoja en blanco».

Reszka indicó que esta reformulación del plan para enfrentar este tipo de siniestros debe incorporar una serie de medidas. «Estas van desde la ingeniería, la biología y el estudio de los ecosistemas hasta temas sociales como cambios cultura les que se relacionan con generar conciencia en la población y ciertamente también necesitamos leyes que, por ejemplo, regulen la construcción en zonas riesgosas», dijo.

El académico indicó que las acciones deben apuntar más hacia la intersección entre el sector urbano y el silvestre. «Eso implica cambios en la regulación, sobre todo en la ordenanza general de urbanismo y construcciones, y en otras leyes que, por ejemplo, obliguen a las personas a que hagan control de vegetación en las quebradas. (…) Creo que tenemos que hacer una serie de cambios y actuar simultáneamente en distintos planos».

La directora de Formulación de Proyectos de la Agrupación Canal Chacao para la Prevención de Incendios Forestales y Seguridad de Quilpué, Carolina Muñoz, indicó que hay pequeños cambios que pueden marcar la diferencia. «Hay muchas cosas que uno no dimensiona y que son importantes, por eso que la capacitación es muy necesaria. Y el trabajo preventivo es una tarea de todos los vecinos», dijo.

El senador Francisco Chahuán (RN) opinó que «temas tan relevantes como mejorar la comunicación, tener alertas SAE con información detallada y a tiempo y no como ocurrió en el megaincendio, que llegó la demasiado tarde, sumado a una planificación urbana eficaz y una verdadera responsabilidad de las autoridades para prever estos hechos, habría salvado muchas vidas». Desde el punto de vista legislativo, destacó el proyecto de ley que crea el Servicio Nacional Forestal y  «que esperamos fortalezca las capacidades para enfrentar este tipo de emergencias».

El presidente de la CChC, Fernando Bustamante, indicó a que «la prevención y gestión de riesgos no es sólo un deber, sino una oportunidad para de mostrar nuestra capacidad de innovación y proteger a las comunidades».

 

Gentileza El Mercurio