UAI y Académico CENTRA presenta su patente número 24: una innovación que da nueva vida a paneles solares defectuosos
En el marco de la Semana Mundial de la Creatividad y la Innovación, la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI) anunció la presentación de su patente número 24, un avance que refuerza su compromiso con el desarrollo de tecnologías sostenibles de alto impacto.
La solicitud de patente, cuyo inventor principal es el académico Felipe Larraín Benavides de la Facultad de Ingeniería y Ciencias, corresponde a un método y sistema automatizado para la recuperación de paneles solares defectuosos. Esta innovación está orientada a evitar el desecho prematuro de módulos que han perdido parte de su capacidad de generación debido a fallas en una o más celdas. Gracias a este desarrollo, paneles que tradicionalmente se descartaban podrán ser reincorporados al proceso de generación energética o ser utilizados en aplicaciones de menor criticidad, promoviendo así una economía circular en la industria solar.
¿Cómo funciona esta innovación?
El método desarrollado permite recuperar paneles solares mediante un proceso automatizado altamente eficiente. Primero, se identifican con precisión las celdas dañadas utilizando tecnologías como cámaras especializadas o sistemas móviles de inspección. Luego, se realizan intervenciones controladas sobre el panel para acceder a los componentes internos afectados.
Sobre esta base, se aplica un material conductor avanzado que restablece la conexión eléctrica entre las partes funcionales del panel. Posteriormente, este circuito se consolida mediante calor o tratamientos específicos, asegurando su funcionamiento a largo plazo. Finalmente, todo el sistema intervenido se recubre con un material aislante, que lo protege de factores ambientales como la humedad y el polvo.
Gracias a este procedimiento, es posible sortear las fallas internas del panel y restaurar gran parte de su capacidad de generación energética, extendiendo significativamente su vida útil y reduciendo su impacto ambiental.
Principales ventajas de la solicitud presentada
Entre sus beneficios más relevantes destaca su automatización integral, que permite realizar todo el proceso —desde la detección de fallas hasta la reparación y protección— de forma eficiente, reduciendo costos y tiempos operativos.
El sistema también presenta una alta adaptabilidad industrial, lo que facilita su implementación en plantas solares o centros especializados de reacondicionamiento.
Además, al prolongar la vida útil de los paneles, se reduce la necesidad de fabricar nuevos módulos y se disminuye significativamente el volumen de residuos electrónicos. Esto se traduce en un impacto ambiental positivo y en un paso firme hacia una producción energética más sostenible.
Por otro lado, esta tecnología habilita un mercado de segunda vida para los paneles reacondicionados, mejorando la rentabilidad de proyectos solares y abriendo nuevas oportunidades de negocio en el sector de las energías renovables.
Diferenciación tecnológica
A diferencia de otras soluciones disponibles, esta innovación desarrollada en la Universidad Adolfo Ibáñez propone un proceso completamente automatizado, que no solo facilita el reacondicionamiento de paneles solares, sino que también asegura altos estándares de calidad, hermeticidad y durabilidad, comparables a los de un módulo nuevo.
Entre sus características destacadas, el sistema emplea tecnologías móviles como drones para inspección eficiente; controla parámetros críticos como la potencia, forma y duración del corte; y utiliza técnicas de consolidación a bajas temperaturas, lo que minimiza riesgos para los materiales originales.
Asimismo, los nuevos circuitos son protegidos con resinas aislantes especializadas, que crean barreras eficaces contra la humedad, el polvo y otros agentes de degradación, asegurando el buen desempeño del panel a largo plazo.
Esta patente representa un hito en la innovación tecnológica nacional, y reafirma el compromiso de la Universidad Adolfo Ibáñez con el desarrollo de soluciones concretas para los desafíos energéticos y ambientales del futuro.
Los inventores
Tras esta invención está el académico Felipe Andrés Larraín Benavides, junto a las y los estudiantes Camila Paz Bernal Troncoso, Pablo Andrés Villegas Sáez y Sophia Antonia Guajardo Aroca, todos de la Facultad de Ingeniería y Ciencias. Este trabajo colaborativo entre docentes y estudiantes refleja el potencial transformador de la investigación aplicada en la UAI y su fuerte compromiso con una formación conectada con las necesidades reales del entorno productivo.
Con esta nueva patente, la Universidad Adolfo Ibáñez reafirma su liderazgo en investigación aplicada, tecnología sustentable y transferencia de conocimiento, consolidándose como un actor relevante dentro del ecosistema de innovación nacional. La presentación de esta tecnología ocurre, además, en una semana especialmente significativa, en la que se celebra a nivel global el talento creativo y el espíritu innovador, principios que la UAI promueve decididamente en todos sus proyectos de desarrollo científico y tecnológico.