<\/p>\n
\u201c\u2026Representa una transformaci\u00f3n que va a traer oportunidades importantes para el pa\u00eds\u2026\u201d<\/i>\u00a0As\u00ed describi\u00f3 la Ley Marco de Cambio Clim\u00e1tico (LCC) la actual ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas, durante una sesi\u00f3n en que se discut\u00eda el proyecto de la Comisi\u00f3n de Medioambiente del Senado, en calidad de asesora de la mesa en ese entonces.<\/p>\n
Esa transformaci\u00f3n no deber\u00eda estar lejos de la realidad una vez que la LCC tenga plena aplicaci\u00f3n. Y es que, teniendo prop\u00f3sitos m\u00e1s que plausibles, el nuevo texto es ambicioso y omnicomprensivo.<\/p>\n
Uno de los aspectos centrales de la LCC es la incorporaci\u00f3n transversal a toda la regulaci\u00f3n ambiental chilena de quince (15) principios expl\u00edcitos cuya funci\u00f3n ser\u00e1 iluminar c\u00f3mo se interpretar\u00e1 la ley y orientar la aplicaci\u00f3n de los instrumentos disponibles en la misma. En efecto, la ley dispone que todas las pol\u00edticas, planes, programas, normas, acciones y dem\u00e1s instrumentos que se dicten o ejecuten en el marco de la ley, se inspirar\u00e1n en tales principios. Entre otros efectos, se concluye que tanto los organismos administrativos como los entes jurisdiccionales deber\u00e1n dar especial consideraci\u00f3n a tales principios en sus actos, resoluciones y fallos.<\/p>\n
No es esta la instancia para hacer una descripci\u00f3n detallada de cada uno de los principios, pero baste con destacar la inclusi\u00f3n de la \u201ccosto-efectividad\u201d que manda priorizar las medidas que representen menores costos econ\u00f3micos, ambientales y sociales, considerando los costos indirectos de la inacci\u00f3n para la adaptaci\u00f3n; el \u201cenfoque ecosist\u00e9mico\u201d, que dispone considerar la conservaci\u00f3n de la estructura y funci\u00f3n del sistema ecol\u00f3gico; la \u201cequidad y justicia clim\u00e1tica\u201d, que impone al Estado el deber de procurar una justa asignaci\u00f3n de cargas, costos y beneficios, resguardando a las futuras generaciones la satisfacci\u00f3n de sus necesidades, con enfoque de g\u00e9nero y \u00e9nfasis en comunidades y territorios vulnerables al cambio clim\u00e1tico; la \u201cno regresi\u00f3n\u201d, que impide hacer cambios en la gesti\u00f3n clim\u00e1tica que comprometan los objetivos de mitigaci\u00f3n o adaptaci\u00f3n o que impliquen retroceder en los niveles de protecci\u00f3n ambiental previos; el \u201cprecautorio\u201d que proh\u00edbe postergar la adopci\u00f3n de medidas para evitar efectos adversos de da\u00f1os graves o irreversibles, a\u00fan en caso de existir falta de certeza cient\u00edfica; y la \u201cterritorialidad\u201d que mandata a los planes, pol\u00edticas y programas a tener una coherencia entre los nacionales y locales y considerar la diversidad propia de cada territorio.<\/p>\n
De particular influencia ser\u00e1n en diversas acciones, definiciones e instrumentos aplicables conforme a la nueva ley, tales como en el Sistema de Evaluaci\u00f3n de Impacto Ambiental (SEIA), ya que los proyectos quedar\u00e1n obligados a considerar la variable de cambio clim\u00e1tico en los componentes que sean pertinentes. Desde luego, en la preparaci\u00f3n de la NDC, ECLP y en los PS, as\u00ed como en los Planes de Acci\u00f3n Regional y Comunal de acci\u00f3n clim\u00e1tica. Pero tambi\u00e9n y de especial relevancia en la elaboraci\u00f3n de la Estrategia Financiera de Cambio Clim\u00e1tico y en el presupuesto fiscal nacional, con el fin de consolidar un desarrollo del pa\u00eds neutro en emisiones y resiliente al clima.<\/p>\n