Un estudio liderado por el economista Claudio Agostini cifró en hasta US$5,2 millones los beneficios anuales si se importan sólo 150 MW desde Perú, y hasta US$8,4 millones si se exporta la misma cantidad de energía solar a Argentina . La propuesta asoma como una solución a las pérdidas de energías, que alcanzan el 18% de la generación renovable a marzo, y podrían además reducir en casi un 80% la generación a diésel.

La creación de un mercado transfronterizo de excedentes de energía, podría ser parte de la solución que distintas generadoras solares requieren para dejar de perder lo que producen y no logran inyectar al Sistema Eléctrico Nacional (SEN). Un remedio que además, traería beneficios económicos y ambientales, ante el menor despacho de centrales térmicas, que generan electricidad en base a diésel.

Así lo revelan los resultados de una investigación liderada por el economista Claudio Agostini, quien junto al ex subgerente de planificación del Coordinador Nacional, Andrés Guzmán, y dos académicos de la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la Universidad Adolfo Ibáñez, modelaron tres escenarios que consideran el traspaso en determinados horarios de tan solo 150 MW entre Perú y Chile, la misma cantidad desde Chile a Argentina, y una combinación de ambos casos.

La propuesta consideró intercambios de energía a través de la línea de trasmisión ya existente, que conecta a Chile con Argentina.

Los resultados muestran que lo menores costos de generación en Perú durante los horarios no solares (de 00:00 y a 07:59, y de 17:00 a 23:59) ayudaría a disminuir el despacho de centrales térmicas en base a diésel, disminuyendo las emisiones de contaminantes, pero además reduciendo los costos de operación diarios desde US$1,8 millones a US$1,64 millones, abaratando en un 8,9% la operación. Así, el costo promedio horario del sistema se reduce desde US$34,8 cada MWh a US$31,7 por MWh. Una baja de 8,7%.

En total, la simulación arrojó una menor generación diaria de centrales diésel desde un promedio de 2.235 MWh, a uno de 450 MWh. Una reducción de 78,9%.

En tanto, el costo marginal promedio diario del sistema vería una disminución del 43,8% respecto al caso sin importación de energía desde Perú, gracias a la sustitución de generación de alto costo durante las horas en que no despacho de energías renovables no convencionales (ERNC).

Este caso generaría beneficios totales anuales de US$10,37 millones, de los cuales US$5,2 millones serían en favor de Chile.

Las simulaciones con Argentina, en cambio, consideran envíos de excedentes energía solar, con menor costo de producción en los horarios con luz de día, y gracias a la gran penetración de este tipo de tecnologías en el país, en contraste con el mayor despacho de centrales a diésel en Argentina. Así, las exportaciones tendrían lugar entre las 08:00 y 17:00, y presionarían los costos sistémicos al alza en 3%, y los costos marginales en 2,6%, pero generaría un beneficio total anual por US$16,82 millones, de los cuales US$8,4 millones quedarían en el país.

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